Todo comenzó cuando un estudiante de noveno se empezó a acercar a todos los representantes buscando apoyo para un proyecto de Halloween, todos claramente aceptamos sin tener muchas esperanzas de que prosperara, pero dándole nuestro apoyo, con el pasar de los días él se iba desanimando por no tener interés de los estudiantes a punto de renunciar a todo, hablé con él sobre una idea para el show de talentos, ese día tuvimos una llamada de 50 minutos donde decidimos formar un pequeño equipo para la organización.

En ese momento estaba el grupo A y B así que nos quedábamos más tiempo el día que teníamos clase e íbamos los días que se suponía no debíamos ir, convirtiendo la biblioteca es nuestro espacio para crear.

Entre risas, dificultades y unos cuantos errores empezamos a sacar adelante las cosas, cada vez tomando mas forma, ya se empezó a comunicar con la rectora, Consejo Académico y nuestros queridos maestros (sin ellos tal vez no hubiéramos logrado mucho).

El día que jamás se podrá borrar de mi mente fue cuando expusimos el proyecto con el Consejo Académico, estábamos muy nerviosos de fallar y que todo hubiera sido en vano, el profesor William Quintana fue nuestro oasis en la reunión, como nos apoyó hasta el final es algo que se lo agradeceremos siempre, escuchar “el proyecto se aprueba” hizo que volviera el alma al cuerpo. Cuando salimos, sólo pudimos darnos un abrazo y celebrar, por mi parte hubo un par de lágrimas.

Llegó la semana del evento, la cual la puedo definir en dos palabras: alegría y estrés. Cada vez que pensábamos que habíamos acabado salía otra cosa y luego de solucionar eso, salían 20 más. Recuerdo que un día yo no podía más y una maestra nos dijo “chicos calma” “la verdad, hasta en el día del evento les van a faltar cosas por terminar, es más luego del evento van a tener cosas sin terminar” y vaya que tenía razón.

Y bueno llegó el día, antes de siquiera levantarme tuve una pequeña conversación con Jorge “gracias a ti por todo el esfuerzo que has hecho para hacer esto realidad, a pesar de todas las cosas que nos han pasado lo logramos” esas palabras estaban en un mensaje que le envié.

En muchos momentos se nos bajaron demasiado los ánimos, en otros entrabamos en desesperación por querer cancelar todo, pero tuvimos apoyo de personas valiosas que nos motivaron a seguir. Este proceso nos hizo vivir de nuevo, nos hizo recordar muchas cosas que tal vez estaban en lo profundo de nuestro corazón, enfrentamos miedos (de subir de nuevo a un escenario y en mi caso particular bailar con los ojos vendados), hicimos amistades y reforzamos otras, simplemente renacimos como fénix.

Gracias a cada una de las personas que nos apoyaron e hicieron nuestra pequeña ilusión realidad, espero que en otra ocasión se pueda hacer algo aún mejor.

Cualquier ilusión se vuelve realidad, no la dejes escapar y cuando sientas que no puedes más, recuerda que las imposibilidades están en tu cabeza. Siempre podrás lograr lo que te propongas, claramente el camino no es fácil y tendrás que pasar por pruebas difíciles, pero jamás te detengas, llega hasta el final sin importar que, porque dentro de 20 años o hasta más, recordarás esas cosas y sé que será bonito decir “me esforcé y lo conseguí”.

Circus of enchantment debe acabar y los presentadores Tudzu y Kenai deben volver a su vida normal (bueno ni tan normal) esperamos verlos pronto en otro acto mejorado. Por ahora les decimos hasta pronto y recuerden la vida se vive mejor con un toque de locura. Los dejo, con una pequeña muestra de este Festival del Horror, plasmado en cuentos de nuestros compañeros:

Cuentos Atabanzha