El éxito en el estudio se enfoca en dos condiciones fundamentales: una buena actitud y motivación. Se puede asimilar mejor los conceptos y con ellos garantizar un buen aprendizaje, adaptar y aumentar responsabilidad y desarrollar habilidades de organización que exija mejores resultados para alcanzar un éxito académico (EL ETERNO ESTUDIANTE, 2017).

La responsabilidad estudiantil, es el hacernos cargo y cumplir con nuestras actividades en el colegio, con una conducta a un pensamiento correcto para el beneficio de los estudiantes. La responsabilidad también se considera como un valor que está en la conciencia de cada persona, que nos permite reflexionar y orientar las consecuencias de nuestros actos (Bohórquez, 2013).

Entendemos por responsabilidad estudiantil, el cumplimiento de obligaciones escolares, como pueden ser tareas o presentaciones para exámenes de estudio ya sean escritos u orales que conllevan al beneficio de los propios aprendices. Este compromiso no es solo de los profesores, sino también de los alumnos, ya que hay que cumplir con estas alternativas académicas o si no pueden ser perjudiciales.

La responsabilidad nos ayuda a tener una gran iniciativa para obtener un éxito en el estudio, tener una rutina o buen comportamiento para un mejoramiento académico y aplicar nuestros hábitos de puntualidad, cumplimiento, compromiso y entrega total para un aprendizaje retratado en nuestro proyecto de vida.

La responsabilidad sí es importante para el éxito en el estudio, ya que a futuro el proyecto de nuestra vida cotidiana formará hábitos iniciativos con la función de poder tener un mejor pensamiento y reflexionar sobre nuestros actos.